El mercat del riurau

Donde se funde la tradición y el futuro. El Mercat del Riurau nació en julio de 2013 impulsado por la Asociación de Vecinos de Jesús Pobre. Se trataba de aprovechar un espacio tradicional rehabilitado, el magnífico riurau de Benissadeví, que recuperaba el esplendor que tuvo cuando la producción de uva pasa imperaba en toda la comarca de Dénia. Bajo sus arcos de piedra aquel riurau ya no iba a proteger de las inclemencias climáticas la uva escaldada mientras se seca al sol. Desde ese momento se dedica a acoger agricultores, horneros, viñateros y hortelanos que se comprometen a ofrecer de primera mano el producto de su trabajo. Vuelve, pues, el riurau de Jesús Pobre a ofrecer su carácter protector a la tierra que, históricamente, le hizo un elemento imprescindible de su economía y de su paisaje.

Desde aquel mes de julio, en verano y en invierno, los puestos de verduras y hortalizas, de coques i pastissets de la comarca de la Marina, de postres tradicionales y de artesanos de la tierra, se han abierto todos los domingos sin excepción. En primavera y verano por la tarde, y desde el 19 de octubre por la mañana, cuando el sol se muestra más benevolente.

Los agricultores que acuden a este mercado, el pionero de los hoy llamados Mercats de la Terra, exponen sus productos aún con las gotas del rocío de la madrugada en que han sido recogidos. La cada vez mayor presencia de compradores les ha hecho involucrarse cada vez más en sus huertos, donde aplican fórmulas de trabajo heredadas de sus padres y abuelos, evitan los abonos químicos y cosechan respetando el entorno. Tienen ya en su haber dos hazañas conquistadas. Una sería la reintroducción y la puesta en valor de la guixa, un producto que había ido escaseando hasta casi su extinción. La guixa (almorta, Lathyrus sativus) es una leguminosa entre la lenteja y el altramuz, que en épocas pasadas salvó, convertida en harina, amplias comunidades de la hambruna. Además, adaptándose a las demandas del momento, desde 2015, se ha conseguido la primera cosecha autóctona de calçots,  una variedad de cebolla que se ha venido ganando su espacio en los mercados tradicionales y en los convencionales.

El Mercat del Riurau no olvida el origen de las paredes que le envuelven y tiene como una de sus actividades más destacadas la Festa de l’Escaldà. A finales de agosto, como siempre se ha hecho en el que fue llamado el país de la pasa –la comarca de Dénia- , se repite el ritual de cortar la piel de la uva moscatel introduciendo unos segundos en el lleixiu en ebullición que se ha preparado en un horno especialmente  construido para el escaldado. De ahí pasará la uva a su secado al sol, acelerado por el proceso que tradicionalmente se ha utilizado. Asociaciones y entidades han solicitado formalmente que l’escaldà sea reconocida como Bien de Interés Cultural por parte de la Generalitat Valenciana. En su búsqueda por la recuperación de la cultura de la tierra, el Mercat del Riurau escenificó en agosto de 2014 la Festa de Batre el Blat (la molienda del trigo), que se acompañó con las canciones populares que se han ido pasando de padres a hijos los que participan en este proceso agrícola habitual en los campos.

El trabajo agrícola y los productos propios tienen su espacio no solo en los puestos de venta. Cuando llega julio, los productores de tomate de la comarca se dan cita un domingo en el riurau para presentar lo mejor de su cosecha en la Trobada  de la Tomaca Autòctona: admiran su presencia, prueban su sabor, comparten experiencias e intercambian semillas que permiten mantener las diferentes variedades de tomate que se dan en esta tierra. También quienes cuidan sus viñedos y elaboran sus vinos tiene su encuentro específico en el Concurs de Vins del Terreny, y los cocineros profesionales son invitados a Talleres de Gastronomía donde dan a conocer su forma de entender la cocina de la tierra.

Populares se han hecho igualmente las jornadas de huertas abiertas, en las que cualquier interesado puede hacer rutas guiadas por los huertos que suministran el Mercat del Riurau y atender las explicaciones de sus responsables sobre los productos que ofrece, y su tratamiento en la tierra o en la mesa.

Junto a las frutas y hortalizas hay un elemento estrella en este mercado. En hornos de leña clásicos se preparan les coques de la Marina: una base de masa de harina extendida sobre la que se dispone un tomacat o mullador previamente preparado; hierbas naturales de la comarca (lletsons, cama-roges, bledes…); guisantes con cebolla o, simplemente, unas anchoas o embutido casero.

La asociación que se constituyó para gestionar este mercado tiene en sus carpetas muchos proyectos, algunos surgen de los propios agricultores o de la gente que les compra. Ahora se han propuesto dedicar cada uno de los doce meses del año a un producto de temporada. Quieren que en su mejor momento, el producto esté presente en las cocinas de las casas y en las cartas de todos los restaurantes y comedores de la comarca de Dénia. Setas en otoño, alcachofas en invierno, habas en primavera, pimientos y tomates en verano… Cada momento del año tiene su propia cocina.

La iniciativa que tomaron vecinos y agricultores en julio de 2013 es hoy una actividad de múltiples referencias. Es microeconomía, porque en el Mercat se compra y se vende; es tradición, porque todo lo que se ve y se respira tiene detrás una historia; es ocio, porque allí se reúnen vecinos de Dénia y de todos los pueblos de la comarca, familias enteras, residentes y turistas que pasan horas gratas; y es cultura porque en su entorno hay actuaciones musicales, presentaciones de libros, tertulias literarias, recitales…  El Mercat del Riurau no es sólo un mercado atractivo y frecuentado, es a día de hoy un punto de encuentro y ocio, el eslabón donde se encadena la tradición y su futuro.

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